El árbitro del partido, Fabián Vera, ya había marcado los minutos que se
iban a recuperar antes de dar el pitazo final. Sólo quedaba tiempo para
una jugada más. En ese momento Hernán Muñoz, de Trinidad, desbordó por
derecha entró al área y lo tocaron abajo. Sin embargo, lejos de cobrar
penal, el juez amonestó al jugador porque entendió que simuló. Luego,
salió rápido Del Bono desde el fondo y Michel García lanzó un centro a
Juan Tapia que, de cabeza, la colocó junto al palo para rescatar un
punto e igualar 1-1 ante Trinidad en el inicio de la sexta fecha del
Torneo Oficial. De esta forma el Bodeguero sigue sin perder y es escolta
de San Martín, mientras que el León continúa comprometido con la tabla
del descenso.
El desarrollo del partido fue malo. En la primera parte ninguno de los dos equipos llegó al área rival con peligro. Solo se disputaron la pelota en la mitad de la cancha intentando encontrar espacios para verticalizar. Cosa que no sucedió nunca. En síntesis, los primeros 45’ fueron trabados y muy luchados.
En el complemento el trámite del partido cambió. Trinidad tuvo la iniciativa de abrir la cancha apelando al juego colectivo y a la subida de los laterales. Fue así que llegó su único gol, a los 11’ cuando los delanteros apretaron en la salida a Del Bono. La recuperó Reina, avanzó, la jugó con Costas que entró al área y la abrió bien para el recién ingresado Munafó, quien definió cruzado.
Del Bono no le encontraba la vuelta al partido. Le faltaban ideas y un conductor. Antuña cambió el esquema y mandó al pibe Naveda para desequilibrar. Pero ni eso tuvo resultado ya que sus jugadores sólo intentaron con centros llovidos al área, en los que respondió bien el arquero Criado.
Mientras tanto, el medio campo de Trinidad se hizo dueño de la pelota y abasteció a los delanteros que no pudieron liquidarlo. En el final, con más fuerzas que fútbol, Del Bono acorraló a su rival. A los 37’, Tapia avisó de cabeza. Y en el minuto 47, cuando el partido se moría, otra vez el defensor fue quien ganó en el área de Trinidad y estableció el 1-1 ante la impotencia del León.
El desarrollo del partido fue malo. En la primera parte ninguno de los dos equipos llegó al área rival con peligro. Solo se disputaron la pelota en la mitad de la cancha intentando encontrar espacios para verticalizar. Cosa que no sucedió nunca. En síntesis, los primeros 45’ fueron trabados y muy luchados.
En el complemento el trámite del partido cambió. Trinidad tuvo la iniciativa de abrir la cancha apelando al juego colectivo y a la subida de los laterales. Fue así que llegó su único gol, a los 11’ cuando los delanteros apretaron en la salida a Del Bono. La recuperó Reina, avanzó, la jugó con Costas que entró al área y la abrió bien para el recién ingresado Munafó, quien definió cruzado.
Del Bono no le encontraba la vuelta al partido. Le faltaban ideas y un conductor. Antuña cambió el esquema y mandó al pibe Naveda para desequilibrar. Pero ni eso tuvo resultado ya que sus jugadores sólo intentaron con centros llovidos al área, en los que respondió bien el arquero Criado.
Mientras tanto, el medio campo de Trinidad se hizo dueño de la pelota y abasteció a los delanteros que no pudieron liquidarlo. En el final, con más fuerzas que fútbol, Del Bono acorraló a su rival. A los 37’, Tapia avisó de cabeza. Y en el minuto 47, cuando el partido se moría, otra vez el defensor fue quien ganó en el área de Trinidad y estableció el 1-1 ante la impotencia del León.
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la hinchada bodeguera